«Yo utilizo la tecnología en mis clases… Yo hago presentaciones en power point» Este es el discurso de muchos docentes que hoy en día siguen reacios a transformar las dinámicas escolares de mano de las TIC. Luis David Tobón y Alejandro Formanchuck, presentan ‘Educación 2.0’, una mirada a lo que ocurre actualmente en las aulas de clase y cómo esto se puede transformar con metodologías apoyadas en la tecnología.
Sin lugar a dudas las nuevas tecnologías se han filtrado en cada rincón de la cotidianidad, cada vez es más estrecha la relación que tenemos con los diferentes dispositivos y espacios que brindan las TIC, hoy en día es prácticamente impensable una vida sin celular o sin internet. Muchas de las rutinas a las que estábamos acostumbrados, se han ido replanteando a grandes velocidades con la aparición de estas herramientas virtuales, que no sólo simplifican algunas labores sino que abren la puerta a un mundo donde se pueden crear infinidad de cosas, y en donde los limites son muy escasos.
Muchos pensarían que la educación sería el primer espacio a transformarse, el que más rápido se adaptaría a estas nuevas dinámicas, y aunque así lo parezca, con la inclusión de computadoras, redes e internet, eso no es tan cierto. Alejandro Formanchuk y Luis David Tobón, en su segunda entrega de ‘360º de la comunicación 2.0′ se detienen a hacer una radiografía de como la educación ha respondido a los retos del mundo moderno, y los resultados son contundentes, a pesar de que las aulas de clase se hayan modernizado, las dinámicas y metodologías escolares se han quedado atrás, siguen siendo las mismas, pero con nuevas herramientas.
Hay quienes dirán que con esto es suficiente, que la educación así está bien. Sin embargo, la opinión de estos dos autores y ‘gomosos’ de la 2.0, la cual comparto en su totalidad, es que la educación se quedó atrás, y por lo tanto, estudiantes, docentes y futuros profesionales, se están quedando estancados. Si por el contrario, las metodologías se replantearan y las herramientas se aprovecharan más, estaríamos creando profesionales innovadores, capaces de crear contenido por si mismos, y de una vez personas activas en la construcción de red.
De mis 21 años he sido estudiante 17. Y ya, prácticamente terminando mi carrera, me doy cuenta que he hecho parte de un sistema en el que me tocó el puesto de la pasividad, ese en el que me toca sentarme durante varias horas a escuchar sobre teorías y autores, leyendo lo que hay en el tablero (hoy en día proyector), mientras mis propias ideas se deben ir acumulando una sobre otra, para cuando venga la hora de la tesis, o cuando tenga el titulo en la mano. Antes, imposible.
¿Por qué hoy cuando la red ha desafiado todos los órdenes mundiales en la academia seguimos funcionando como hace siglos? Puede que hoy no nos peguen con una regla cuando nos atrevemos a debatir lo que dice el profesor como en la época de nuestros padres, pero la dinámica en el fondo es la misma: El alumno llega ignorante a la clase para salir iluminado con los conocimientos impartidos por el profesor.
Las nuevas tecnologías, y especialmente el concepto de red, invitan a replantear estas formas algo obsoletas de pensar la educación. A pesar de que siempre estará claro que el docente sabe más que el estudiante, el aula puede convertirse en un laboratorio de conocimiento en donde se construye con los aportes de parte y parte. Justamente eso es lo que proponen en ‘Educación 2.0’.
Muchas veces nos quejamos de la pasividad de los estudiantes, de la falta de propuestas por su parte, y de la falta de compromiso con las actividades académicas; sin la intención de defender la mediocridad de algunos de mis compañeros, me atrevo a decir que el sistema tiene, no toda, pero si una porción de la culpa. Si no se dan los espacios, ni las oportunidades para que toda la comunidad académica desarrolle sus proyectos y genere su propio contenido, es muy difícil pensar en jóvenes proactivos.
Sin embargo, como en todo, no se debe generalizar, conozco casos de profesores que siempre están atentos a las ideas que tienen sus estudiantes, y asumen su rol de guía para aterrizar los proyectos, a veces utópicos, de la juventud.
Para aquellos que apegados a su ‘ego’, se niegan a abandonar el papel de iluminadores, y sobre todo para los que siguen mirando con temor y desprecio la tecnología la invitación es para que la asuman, no como la solución, sino como el apoyo para desarrollar nuevas metodologías, proponer dinámicas que involucren al estudiante en la construcción de contenido y así seguir ‘tejiendo la red*’.
¿Se sienten perdidos? Ya tienen el mapa se llama ‘Educación 2.0’ es gratuito y todo gracias a Alejandro y a Luis David… Ya me perdonarán la confianza.
*Este término ya se lo deberían acuñar a Luis David Tobón, por eso no puede faltar la cita. Hay que compartir, pero sin desconocer el esfuerzo de los demás.
ja ja ja, me gusta eso de «tejer red» como término casi muletilla que procuro sea coherente en discurso y acción ¡gracias! Maria Elisa, excelente reseña sobre nuestro híbrido de equivocaciones e ideas que ya va por el segundo E-book.
Un abrazo!!!!
Luis David! Ese término me encanta, no sólo porque la palabra tejer me parece muy bonita, sino porque es incluyente, y eso es lo que me gusta de las TIC, que todos nos podemos apropiar de ellas. Mil gracias a ti por tus comentarios y por la oportunidad de compartir conocimiento! 🙂
«DOCENTES & PROFESORES» En mi opinion ,no pueden Someter al alumno PENSANDO & EXPRESANDOSE con la siguiente Frase : En mi epoca no habia internet !! TAMPOCO E-MAIL CELULARES … POR QUE A ELLOS NO LES TOCO…Dejando atras las herramientas nuevas que se han inventado en tecnoogia desperdiciando y Retrasando ASI el aprendizaje del estudiante Futuro Autonomo, si las herramientas están hay que usarlas.
AVANZAR – no atrasar
Tienes toda la razón Sebastián. Muchas veces los profesores reniegan de la tecnología, le tienen miedo. Pero en realidad nos brindan la posibilidad, tanto a docentes como a estudiantes, de participar activamente en la construcción de conocimiento. Pero la labor no sólo tiene porqué venir de parte del profesor, los alumnos tenemos que empezar a proponer, a expresar nuestras ideas, y a dejar la apatía, que lastimosamente, caracteriza a la juventud de hoy en día. Muchas gracias por leerme y comentar! 🙂
«CAMBIAMOS O NOS CAMBIAN»