Historias cotidianas para amar la tecnología

Hoy vengo a contarles una historia, de esas bonitas, cotidianas, de todos los días, que me recuerda por qué amo el momento de la historia que me tocó vivir y por qué soy una convencida de que la tecnología es una gran facilitadora en muchos sentidos de nuestra cotidianidad. 

Acabo de llegar a mi casa luego de un fin de semana lleno de aventuras en el Urabá antioqueño, un paseo que surgió para rescatar a una de mis mejores amigas del tedio que vive desde hace más o menos un mes que empezó su «ruralito» en Turbo (para quienes me leen desde otros países, el «ruralito» es un periodo de la rotación que hacen los estudiantes de medicina en su último semestre en alguna población apartada de la ciudad) y que se convirtió en una gran aventura de 3 días en medio de la tierra de las bananeras.

Playa, brisa, mar, amigas, sonrisas, helado; todo perfecto. Pero aventuras sin dificultades no son aventuras. Hoy justo cuando nos íbamos a regresar y fuimos a pagar el hotel, descubrí que había perdido mi tarjeta débito; según los cálculos está perdida desde el viernes porque después de eso no la volví a usar para nada. Saqué todos los papeles de la billetera, vacié el bolso, el morral, todo y la tarjeta por ninguna parte. Conclusión: la dejé botada luego de la última compra que hice ese día.

Primera reacción: pánico ¿Me habrán robado algo? Y los largos segundos mientras iniciaba sesión en la sucursal virtual de Bancolombia, para descubrir con el mayor de los alivios que mi dinero seguía intacto. Respiro, recupero la calma y empiezo a pensar cómo voy a hacer ahora que me he quedado sin efectivo. Lejos; porque por urbana que sea la zona, uno allá se siente los suficientemente lejos de la civilización como para preocuparse.

Momento de lucidez: Nequi. El más reciente desarrollo móvil de Bancolombia, pensado en la facilidad para que los más pequeños lleven su dinero en el celular, sería mi salvación en un domingo caluroso en Turbo, Antioquia.

Tras bloquear la tarjeta, descargué la APP, la configuré en menos de 5 minutos, pasé dinero a través de PSE y en cuestión de 15 minutos estaba saliendo de un cajero con dinero, tranquila, con el ánimo de paseo recuperado y amando con todo mi ser las soluciones tecnológicas para la vida cotidiana.

Tal vez los desarrolladores de Nequi no pensaron en situaciones como esta cuando concibieron la aplicación, buscaban resolver otros problemas, pero crearon soluciones a momentos de la vida, que hace unos años, habrían significado un drama mucho más grande.

Hoy nuestro celular está lleno de aplicaciones que nos hacen la vida más fácil, app de bancos, de aerolíneas, recordatorios, el clima y hasta la ficha de salud que en momentos de emergencia, podrán incluso salvarnos la vida.

Por eso, incluso después de verme un par de temporadas de Black Mirror, sigo convencida de que la tecnología está para ayudarnos, hacernos la vida más fácil y conectarnos con otros.

¿Aún no conoces qué es Nequi? Acá podrás descubrirlo:

¡Feliz semana para todos!

P.S. Ya empecé a preparar la celebración de los 5 años de #TICenTacones; muy pronto empezaré a contarles detalles.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s